En su artículo del 27 de marzo de 2018 en el New York Times (“Immaculate inflation strikes again”), Paul Krugman argumenta que aquellos economistas que son de la opinión de que el factor clave que causa inflación es el aumento la oferta monetaria están muy equivocados. Según Krugman, el factor clave que pone en marcha la inflación es el desempleo. Mientras que una bajada en la tasa de desempleo se asocia con un aumento en la tasa de inflación, un aumento del desempleo se asocia con una disminución en la tasa de inflación.
Advirtamos que la inflación de Krugman es un aumento general en los precios de bienes y servicios, una definición defectuosa. Para conocer qué es la inflación tenemos que establecer cómo aparece este fenómeno. Tenemos que remontarnos a su origen histórico.
La esencia de la inflación
La inflación es “un acto de engaño”. Históricamente, la inflación se originaba cuando el gobernante de un país, como un rey, obligaba a sus ciudadanos a que le dieran todas sus monedas de oro bajo el pretexto de que una nueva moneda iba a remplazar a la vieja. En el proceso, el rey falsificaría el contenido en oro de las monedas, mezclándolas con otro metal y devolviendo monedas de oro diluido a los ciudadanos.
Sobre esto, Rothbard escribía:
Lo más habitual es que la ceca fundiera y reacuñara todas las monedas del reino, devolviendo a los súbditos el mismo número de “libras” o “marcos”, pero con un peso inferior. Las onzas de oro o plata sobrantes se las embolsaba el rey y las usaba para pagar sus gastos.1
Debido a la dilución de las monedas de oro, el gobernante podía ahora acuñar una cantidad mayor de monedas y embolsarse para su propio uso las monedas adicionales. Lo que ahora pasaba como una moneda de oro puro era en realidad una moneda de oro diluido.
El aumento del número de monedas es lo que se llama inflación. Como consecuencia del aumento en la cantidad de monedas (inflación de moneda) que se disfrazan como monedas de oro puro, el precio en términos de monedas ahora sube (se están intercambiando más monedas para una cantidad dada de bienes), en igualdad de condiciones.
Advirtamos que lo que tenemos aquí es una inflación de monedas, es decir, una expansión de monedas. Debido a la inflación, el gobernante puede realizar un intercambio de nada por algo (puede realizar una acción de desviar recursos de los ciudadanos a sí mismo). Advirtamos también que el aumento en los precios en términos de monedas se debe a la inflación de moneda.
Bajo el patrón oro, la técnica de abuso del medio de intercambio se hizo más sofisticada a través de la emisión de papel moneda no respaldado por oro. Por tanto, inflación significa un aumento en la cantidad de recibos de oro debido a recibos que no están respaldados por oro, sino que se disfrazan de verdaderos representantes del dinero auténtico, el oro.
El poseedor de recibos no respaldados puede ahora realizar un intercambio de nada por algo. Debido al aumento en la cantidad de recibos (inflación de recibos) ahora tenemos también un aumento general en los precios.
Observemos que el aumento los precios se desarrolla aquí debido al aumento de los recibos en papel que no están respaldados por oro. Asimismo, lo que tenemos es una situación en la que los emisores de recibos de papel no respaldado desvían bienes reales hacia sí mismos sin hacer ninguna contribución a la producción de bienes.
En el mundo moderno, el dinero ya no es el oro, sino el papel moneda; así que la inflación en este caso es un aumento en las existencias de papel moneda.
Observemos que no decimos, como dicen los monetaristas, que el aumento en la oferta monetaria causa inflación. Lo que estamos diciendo es que la inflación es el aumento en la oferta monetaria.
Así que parece que nuestro premio Nobel, en lugar de explicar la inflación se refiere en realidad a sus posibles síntomas, que son los aumentos de precios.
Una vez se elimina la definición apropiada de la inflación y esta se ve como aumentos generales en los precios, son posibles todo tipo de explicaciones de lo que causa estos aumentos.
Por medio de la correlación estadística, Krugman afirma que una caída en la tasa de desempleo es un factor importante de generación de inflación. Por tanto, a partir esta lógica, los legisladores deben observar atentamente la tasa de desempleo y decidir si ha llegado al punto en el que podría disparar una explosión de la tasa de inflación.
Por qué un bajo desempleo no causa inflación
Pero usar las correlaciones estadísticas como base para una teoría significa que “vale todo”.
Por ejemplo, supongamos que se ha establecido una alta correlación entre la renta de Mr. Jones y la tasa de crecimiento en el índice de precios del consumo. Cuanto mayor sea la tasa de aumento de la renta de Mr. Jones, mayor la tasa de aumento del índice de precios del consumo. Por tanto, podríamos concluir sencillamente que, para controlar la tasa de inflación, el banco central debe vigilar y controlar cuidadosamente la tasa de aumento de la renta de Mr. Jones. Este ejemplo no es más absurdo que correlacionar tasa de desempleo con tasa de aumento en los precios, como hace Krugman.
Contrariamente a lo que dice Krugman, una tasa baja de desempleo no causa un aumento general en los precios y un sobrecalentamiento económico calificado como inflación. Independientemente de la tasa de desempleo, mientras todo gasto esté soportado por producción, no puede producirse en realidad ningún “sobrecalentamiento”. El sobrecalentamiento solo aparece cuando aumenta el gasto sin estar respaldado por producción, una situación que solo aparece cuando están aumentando las existencias de dinero.
En su artículo, Krugman argumenta que el objetivo de inflación del 2% es demasiado bajo. Según Krugman, la Fed debería apuntar a un objetivo superior de inflación. Además, Krugman es de la opinión de que la Fed no debería endurecer su postura sobre los tipos de interés, ya que esto podría empujar a la economía de EEUU a una trampa de liquidez.
Si Krugman definiera correctamente qué es la inflación, se daría cuenta rápidamente de que haría falta una postura más dura para eliminar diversas actividades de burbuja que perjudican al proceso de generación de riqueza. Contrariamente a lo que dice Krugman, una trampa de liquidez, que es otra forma de decir que las políticas de la Fed ya no pueden generar la ilusión de que estas políticas pueden hacer crecer una economía, es el resultado de una política monetaria muy laxa del banco central de EEUU. La postura monetaria laxa, que debilita el proceso de generación de riqueza, genera una existencia estancada o en disminución de la riqueza real. Sin unas existencias de riqueza real en expansión, la ilusión de que el banco central puede hacer crecer una economía queda hecha pedazos.
- 1Murray N. Rothbard, What Has Government Done to Our Money? Libertarian Publishers, enero de1964, p. 32. [¿Qué ha hecho el gobierno con nuestro dinero?]