El mes pasado, el inversor Ray Dalio sugirió en The Financial Times que el RU está entrando en una espiral de deuda. Según el FT:
Ray Dalio, el multimillonario fundador de la firma de fondos de alto riesgo Bridgewater Associates, ha advertido de que el Reino Unido podría estar abocado a una «espiral de muerte de la deuda», en la que tenga que pedir cada vez más dinero prestado para hacer frente a sus crecientes costes por intereses.
Dalio declaró al Financial Times que las recientes ventas masivas en el mercado de bonos, junto con los episodios de debilidad de la libra esterlina, sugerían que el mercado estaba luchando por absorber las mayores necesidades de financiación del RU desde el presupuesto del pasado octubre.
La combinación de los crecientes pagos anuales de intereses, que ya han superado los 100.000 millones de libras al año, y la necesidad de refinanciar la deuda a unos costes de endeudamiento más elevados, creó el riesgo de un ciclo que se refuerza a sí mismo, afirmó.
Esto «parece una espiral de muerte de la deuda en ciernes, porque o bien exigirá más préstamos para pagar el servicio de la deuda que habrá que pagar, o bien reducirá otros gastos, o bien exigirá más impuestos», dijo Dalio en una entrevista.
Los Estados Unidos no es inmune a esta situación, pero se mantiene relativamente a salvo —por ahora— gracias a que el dólar tiene más demanda que la libra esterlina y, por tanto, también la deuda de EEUU. Le pregunté a Alex Pollock, miembro del Instituto Mises, sobre el comentario de Dalio, y Pollock respondió con un punto importante sobre si los «países» van a la quiebra o no:
Ray Dalio tiene razón al destacar la cuestión de los impagos soberanos. Basándome en el artículo del FT, ya he encargado un ejemplar del libro de Dalio How Countries Go Broke, de próxima aparición.
Sin embargo, quiero objetar el título del libro. No son los países, sino los gobiernos, los que se endeudan en exceso y quiebran. El deudor es el gobierno. El gobierno es muy distinto del país, aunque en el lenguaje común ambos se confunden a menudo. Es el gobierno de los Estados Unidos, por ejemplo, y no el país, el que ha incumplido cinco veces su deuda, desde que fue incapaz de pagar los intereses a tiempo en 1814 hasta que renegó de su solemne compromiso de canjear dólares por oro en 1971. Estos cinco impagos no cuentan el impago de su deuda por parte del gobierno confederado, los impagos de una serie de gobiernos estatales de EEUU individuales, ni las quiebras históricas de los gobiernos de la ciudad de Detroit y del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.