La secretaria del Tesoro y ex presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, declaró en una reunión celebrada en la oficina de Bloomberg en Washington que la economía de EEUU va viento en popa. El aumento del PIB en el tercer trimestre a una tasa anualizada del 4,9% significa que «es una cifra buena y fuerte y muestra una economía que va muy bien», dijo Yellen.
«Tenemos lo que parece un aterrizaje suave, con muy buenos resultados para la economía de EEUU», afirmó. «La economía sigue mostrando una enorme solidez y eso sugiere que es probable que los tipos de interés se mantengan más altos durante más tiempo».
Evidentemente, la Sra. Yellen no ha estado en las cortes de bancarrota. Casi a diario, Grant informa de que «175 empresas nacionales con al menos 50 millones de dólares en activos se declararon en bancarrota este año hasta el 21 de octubre, según el recuento de Bloomberg, un 63% más que la media de ese periodo desde el año 2000, lo que ha contribuido a elevar la tasa de impago a 12 meses de la deuda corporativa de grado especulativo al 4,9%, según Moody’s. Esto se compara con el 1% a principios de 2022». En comparación con el 1% registrado a principios de 2022».
Unos tipos de interés más altos durante más tiempo provocarán cada vez más impagos y bancarrotas, por muy bien que digan los sabios monetarios que está la economía.
Teniendo en cuenta todo el universo de la quiebra, USCourts.gov informa: «El total de declaraciones de quiebra aumentó un 13 por ciento, y las bancarrotas de negocios aumentaron casi un 30 por ciento, en el período de doce meses que finalizó el 30 de septiembre de 2023. Esto continúa un repunte moderado después de más de una década de fuertes caídas en los totales.»
Durante más de una década, los tipos de interés bajaron y las empresas zombi vagaron por la economía con el beneficio de los bajos pagos de intereses. El dinero gratis del gobierno durante el COVID también supuso una inyección de moral para los financieramente débiles.
«Este es el tercer trimestre consecutivo en el que el total de declaraciones de bancarrota ha aumentado, tras un descenso de más de una década. Las bancarrotas cayeron de forma especialmente acusada tras el inicio de la pandemia a principios de 2020, a pesar de algunas perturbaciones de la economía relacionadas con el COVID.»
Por último, la explosión de los tipos de interés ha puesto en evidencia a los financieramente débiles y les esperan varios capítulos de quiebra.
A pesar del aumento de este año, el total de solicitudes de BK no es más que una cuarta parte de los casi 1,6 millones de solicitudes de los 12 meses que finalizaron en septiembre de 2010.
