[Este artículo apareció abreviado en la sección de Cartas de The Wall Street Journal].
Jason Furman «Ganancias y pérdidas no importan en la Reserva Federal (28 de septiembre de 2023) excusa las pérdidas sin precedentes y antes inimaginables que sufre ahora la Reserva Federal. Estas pérdidas, que van a parar al Tesoro y, en última instancia, a los contribuyentes, han superado los 100.000 millones de dólares y van camino, como él mismo admite, de los 200.000 millones o más. El profesor Furman sugiere que a los contribuyentes no debería importarnos.
Al contrario, a los contribuyentes debería importarles que la Fed gaste, sin autorización, 200.000 millones de dólares o más que se añadirán a sus futuros impuestos. Estas pérdidas de la Fed son el resultado de una elección radical y excepcionalmente arriesgada de la Fed de construir un balance parecido a una gigantesca caja de ahorros de los años ochenta. En el proceso, avivó los mercados de burbujas en bonos, acciones, viviendas y criptodivisas, además de inducir un enorme riesgo de tipos de interés en el sistema bancario. Esos riesgos han vuelto a casa, produciendo pérdidas masivas de la Fed, y enormes pérdidas no realizadas en los bancos.
Las pérdidas operativas de la Fed ya superan su capital en 62.000 millones de dólares, lo que significa que la Fed tiene un capital negativo según la contabilidad normal. El profesor Furman no menciona que, además de las enormes pérdidas operativas en efectivo de la Reserva Federal, ésta tiene una pérdida por valoración a precios de mercado de más de 1 billón de dólares. Afirma que los activos de la Fed «valen» 8 billones de dólares, pero su valor de mercado es sólo de unos 7 billones, mientras que la Fed tiene 8 billones en pasivos pendientes.
El profesor Furman sostiene que la posición de capital negativo de la Reserva Federal no importa. Pero si el capital negativo de la Reserva Federal no importa, ¿por qué manipular los libros para evitar declararlo? Increíblemente, la Reserva Federal contabiliza sus pérdidas de efectivo como un activo (el llamado «activo diferido») sólo para poder ocultar su verdadera posición de capital negativo. La Fed cambió sus propias normas contables anteriores precisamente para poder hacerlo. Sabemos lo que pasaría si Citibank intentara eso.
El Congreso diseñó la Fed para que obtuviera beneficios, como hizo durante más de 100 años. El Congreso concedió a la Fed el valiosísimo monopolio de emitir dólares en papel y el Congreso ha protegido repetidamente a la Fed de las pérdidas dando instrucciones al Tesoro para que asuma el primer tramo de pérdidas en los programas de préstamos de emergencia.
Con tipos a corto plazo por encima del 5%, el monopolio de impresión de dinero de la Fed produciría más de 100.000 millones de dólares de beneficios al año. La Fed ha perdido ese beneficio más otros 100.000 millones al asumir una apuesta de riesgo de tipos de interés que avergonzaría a cualquier banquero prudente.
¿Quién autorizó a la Fed a hacer una enorme apuesta sobre los tipos de interés arriesgando el dinero de los contribuyentes? Nadie más que la propia Fed. ¿Otorga la «independencia» a la Reserva Federal el derecho a gastar cientos de miles de millones de dólares de los contribuyentes sin la aprobación del Congreso? Creemos que esa pregunta debe ser debatida.