Los comunistas chinos están izando al gobierno de Estados Unidos en su propia petarda, al menos con respecto a Julian Assange, el ciudadano australiano que, con WikiLeaks, reveló los crímenes de guerra cometidos por el establecimiento de seguridad nacional de Estados Unidos.
Durante décadas, desde la Guerra Fría, los funcionarios de EEUU se han deleitado en condenar y criticar a la China Roja por sus abusos de los derechos humanos y la negación de las libertades civiles.
Lo que siempre me ha sorprendido es que los chinos no hayan respondido señalando la gran hipocresía del gobierno de Estados Unidos, dados los horribles abusos de los derechos humanos y la negación de las libertades civiles ejercidos durante mucho tiempo por el Pentágono, la CIA y la NSA, especialmente con su programa de asesinatos, el programa de torturas, el programa de secuestros, la detención indefinida, la negación de un juicio rápido, la negación de un juicio con jurado y la vigilancia secreta masiva.
Todo eso ha cambiado con el caso de Julian Assange. Los rojos ya no guardan silencio. Están pasando al ataque con condenas y críticas al gobierno de Estados Unidos con respecto a Assange.
Tomemos, por ejemplo, esta presentación en vídeo de Yonden Lhatoo, editor jefe de noticias del South China Morning Post. Se titula «La insufrible hipocresía de los gobiernos occidentales empeñados en destruir a Julian Assange». Merece la pena verlo. Lhatoo arremete contra los funcionarios de EEUU y británicos por su persecución, persecución y maltrato a Assange por decir la verdad sobre los crímenes de guerra cometidos por el Estado de seguridad nacional de Estados Unidos.
Ahora bien, como medio de comunicación de Hong Kong, el South China Morning Post no es técnicamente propiedad del régimen comunista de China Roja. Pero tal y como van las cosas en Hong Kong, es prácticamente seguro que el Morning Post está siendo vigilado de cerca, si no controlado indirectamente, por el régimen comunista. De hecho, según Wikipedia, «desde el cambio de propiedad en 2016, críticos como The New York Times, Der Spiegel y The Atlantic han alegado que el periódico tiene la misión de promover el poder blando de China en el extranjero. Según los críticos, se está alejando del periodismo independiente y es pionero en una nueva forma de «propaganda».
Lhatoo señala que si Assange hubiera sido un ciudadano chino que hubiera revelado pruebas verídicas de crímenes de guerra cometidos por China, los funcionarios de EEUU y británicos lo estarían aclamando como un héroe valiente, merecedor del Premio Nobel. Es un punto excelente, uno que es indiscutible.
Lamentablemente, lo que dicen los rojos sobre la hipocresía de Estados Unidos es absolutamente correcto. Lo que me sorprende es que todavía no hayan señalado, que yo sepa, el centro de tortura y prisión del Pentágono/la CIA en la Bahía de Guantánamo, Cuba, que podría haber sido fácilmente modelado en estructuras similares en países comunistas.
Es bastante triste que los comunistas condenen y critiquen al gobierno de Estados Unidos por su hipocresía cuando se trata de abusos de los derechos humanos y de las libertades civiles. Es aún más triste cuando tienen razón, especialmente en el caso de Julian Assange.
Reproducido del Blog de Jacob Hornberger.