Auges y caídas
“Más datos” no mejorarán las malas predicciones de los economistas
Mejorar las expectativas no mejorará la realidad de las condiciones económicas
Los bancos centrales pueden poner en marcha un desvío prolongado de expectativas frente a los hechos de la realidad. Pero no pueden hacerlo eternamente.
Más gasto no impulsa más empleo
Emprendimiento —no gastar— es la clave para una economía en crecimiento.
Cómo debemos nombrar a los ciclos económicos
Los economistas han jugado durante mucho tiempo juegos semánticos con la forma en que nombran los ciclos comerciales. Así es como deberían hacerlo.
El crecimiento económico requiere algo más que tipos de interés bajos
Con unos tipos de interés tan bajos, ¿no deberíamos estar viviendo un boom? El problema es que una economía sólida requiere mucho más que tipos de interés bajos.
Tres siglos de auges-declives en España
Tras el descubrimiento de las Américas, España comenzó un período de 300 años de auge, declives, guerras y mercantilismo. Sólo en el siglo XVIII el país comenzó a encontrar la prosperidad a través de la liberalización del comercio y la propiedad privada.
Por qué el dinero respaldado por oro no genera auges ni caídas
Los banqueros centrales nos quieren hacer creer que crear dinero «de la nada» no es un problema siempre que aumente la «demanda de dinero». También afirman que el dinero respaldado por oro es más propenso a auges y caídas. Pero se equivocan en ambos aspectos.
La Fed no puede aumentar los tipos, pero debe simular que lo hará
La Fed tiene un difícil equilibrio. Para mantener el actual auge inducido por el dinero fácil, no debe subir los tipos. Pero, al mismo tiempo, también debe actuar como si pudiera subir los tipos algún día, o los ahorradores abandonarán los mercados de crédito.
No hay final a la vista para la malinversión en educación superior
Gracias a la burbuja de la educación superior, corren buenos tiempos para quienes se lucran con los estudiantes universitarios. Las matrículas siguen subiendo mientras el boom de la construcción produce nuevas y costosas viviendas y aulas. Mientras tanto, los propios estudiantes pueden no estar recibiendo el valor de su dinero.