Bienes públicos, faroles y pagar a las chicas bonitas para caminar la calle
Utilizando un tema humorístico, Charles Amos desafía con éxito la opinión de que el gobierno debe producir «bienes públicos» para garantizar un suministro óptimo.
Utilizando un tema humorístico, Charles Amos desafía con éxito la opinión de que el gobierno debe producir «bienes públicos» para garantizar un suministro óptimo.
A pesar de que el gobierno federal ha decretado que el trabajo no es una «mercancía» o un «artículo de comercio», Leonard Read sabía más.
Con la ayuda de la intervención estatal, la desinformación se está convirtiendo en una forma de vida en las comunicaciones.
Las élites occidentales utilizan a África como su pequeño laboratorio de planes de energías renovables. No es de extrañar que estas intenciones dejen a los africanos en la pobreza y a sus economías en la ruina.
Además de que el Congreso apruebe la «Ley de Alivio Climático», los ambientalistas también exigen que el presidente Joe Biden declare una «emergencia climática» para hacerse con nuevos poderes, supuestamente para combatir el temido cambio climático. Sin embargo, el alarmismo climático no se basa en la realidad.
Aunque las energías renovables y la agricultura ecológica se consideran sostenibles, son todo menos eso. El colapso del sector agrícola ecológico de Sri Lanka es una advertencia para el resto del mundo.
El senador Joe Manchin ha accedido a apoyar un «Build Back Better» lite que, según sus defensores, reducirá la inflación, nos dará un mejor clima y «se pagará por sí mismo» mediante controles de precios e impuestos. Tal vez deberíamos desconfiar de tales «victorias» políticas para las élites políticas.
Políticos, académicos y medios suelen pedir un nuevo Proyecto Manhattan para tratar los problemas económicos. Pero hay una gran diferencia entre los problemas tecnológicos y los económicos.
La una vez rica Argentina ha sufrido un régimen intervencionista tras otro durante casi un siglo. ¿Cuáles son las posibilidades de cambiar las cosas para mejor?
El New York Times afirma que el «Estado administrativo» —es decir, el gobierno de burócratas no elegidos— protege nuestro país y mejora la democracia.