Impuestos y gasto

Incluso si el gasto discrecional se mantiene estable, se estima que el total de los desembolsos del gobierno aumentará en más de un billón de dólares, significativamente por encima de cualquier medida de ingresos fiscales. Y eso sin considerar una posible recesión.

Argentina sólo va a prosperar cuando reconozca que sus desequilibrios fiscales y monetarios no son culpa de los ciudadanos y sus pequeñas empresas, sino del Estado.

Si el Estado fuera una familia de telecomedia, se llamarían Los Derrochadores, y nadie soñaría con confiarles el crédito.

La moraleja de esta historia económica es que siempre que alguien que tiene un incentivo para reducir la carga de un impuesto está hablando o escribiendo, tenga cuidado de mirar lo que sucede con los ingresos que se llevan a casa como una mejor guía para la política.

Mientras existan gobiernos, es esencial que minimicemos la capacidad de los grupos e individuos para utilizar el poder del estado para enriquecerse.

El Distrito Escolar del Condado de Clark se evaluó a sí mismo, y determinó que todos los maestros y administradores están haciendo un gran trabajo –y por cierto, el sindicato merece más dinero.

A pesar de su supuestamente tensa relación con el régimen saudí, la administración Obama, por ejemplo, todavía logró ofrecer a la realeza de ese reino un récord de 136.000 millones de dólares en armas estadounidenses entre 2009 y 2017.

Los impuestos sobre el patrimonio propuestos por Elizabeth Warren tendrán consecuencias devastadoras en la formación de capital y alentarán a los inversores a mantener activos de mayor riesgo de lo que tendrían de otro modo.

Los activistas antimercado en Argentina intentan culpar a los mercados de los problemas económicos del país, pero el movimiento populista del peronismo es lo que ha condenado al país a ciclos interminables de crisis económicas y monetarias.

El costo de vida en los Estados Unidos no sólo se ve impulsado por los costos de vivienda y de asistencia médica, sino también por aumentos aún mayores en las facturas de impuestos y en el gasto del Estado.