El PIB es una medida pobre de la salud económica
Aunque los economistas hablan del PIB como una medida legítima de la economía, una mirada más atenta nos dice que está sesgado hacia el gasto de consumo y no da una medida real del valor del capital.
Aunque los economistas hablan del PIB como una medida legítima de la economía, una mirada más atenta nos dice que está sesgado hacia el gasto de consumo y no da una medida real del valor del capital.
Algunos economistas creen que la balanza de pagos es lo que determina los tipos de cambio. En realidad, los tipos de cambio siempre tienen que ver con el poder adquisitivo de unas monedas en relación con otras.
Seguridad Social está abocada a una reducción de las prestaciones, y ninguna retórica política, ni siquiera el aumento de los impuestos, resolverá el problema. Los números no mienten.
Durante casi ochenta años, Argentina ha sido el ejemplo mundial de gobierno imprudente y derrochador. Hoy, el mundo la observa por una razón muy diferente: las reformas rothbardianas.
El gasto federal no es el único gasto gubernamental fuera de control en los EEUU. Un número de estados han gastado más de la cuenta y ahora se enfrentan a una disminución de los ingresos. ¿Vendrán bancarrotas?
Entender el método científico es crucial a la hora de examinar fenómenos complejos e hipótesis relacionadas como «el hombre es la principal causa del cambio climático». Por desgracia, el «método político» ha sustituido al método científico.
Paul Krugman y otros keynesianos creen que, dado que los trabajadores están desempleados durante una recesión, el gasto gubernamental para emplearlos no tiene coste. En lugar de crear riqueza, estos planes de creación de empleo la destruyen.
Los Demócratas congresionales intentan intervenir en un mercado complejo y variado del que saben poco, pero por el que los consumidores navegan sin necesidad de ayuda. Esto no acabará bien.
Los empleados gubernamentales suelen tener planes de pensiones más ventajosos que los empleados del sector privado, pero las pensiones gubernamentales están infrafinanciadas a propósito. No hay de qué preocuparse: los pagadores de impuestos se harán cargo.
Al pedir dinero prestado y «crear» nuevos puestos de trabajo, el gobierno está creando la ilusión de una economía fuerte. Esto no acaba bien.