Mises Wire

Presentar «salvar vidas» como una alternativa más o menos igual al comercio y a la comunidad presenta una visión equivocada de lo que realmente se trata el debate del encierro.

En lugar de estimular las ganancias económicas reales, el programa poco ortodoxo de la Reserva Federal para la evaluación cuantitativa ha apoyado y extendido la red de deuda y ha generado una exuberancia de activos. Pero esto solo puede continuar mientras haya capacidad para más deuda.

¿Cómo es que los confinamientos aumentan el edadismo? Porque podría decirse que millones han sido expulsados del trabajo en nombre de la protección de los ancianos. La devastación económica resultante viene a expensas de los trabajadores más jóvenes, padres, estudiantes y familias.

La eurozona necesita entender que si decide aumentar los impuestos para hacer frente al aumento de la deuda debido a la respuesta de COVID-19, su capacidad de recuperación se verá irreparablemente dañada.

Los precios de los bienes de consumo han crecido bastante lentamente a pesar del considerable crecimiento de la oferta monetaria. ¿Por qué hay una brecha?

Mientras que la izquierda se ha agitado por más espionaje gubernamental y «confinamientos» más duros, el presidente de Brasil —quizás temiendo una implosión económica— se ha mostrado reacio a tomar medidas enérgicas.

Los precios y el poder adquisitivo están determinados por la forma en que los consumidores individuales valoran los bienes y servicios. La «velocidad del dinero» no nos ayudará a entender los precios o la oferta de dinero.

En esta crisis, la oferta de dinero ya ha aumentado mucho más que durante la última crisis. Pero es difícil decir cuando esto producirá inflación porque todavía estamos en medio de un shock de demanda y un colapso en los precios del petróleo.

Si organizaciones como la Reserva Federal y los gobiernos federales se vieran obligados a competir en una economía real, se habrían visto obligados a declararse en quiebra, reorganizarse y dividirse en partes más pequeñas hace mucho tiempo.

Aunque los políticos sermonean a las empresas privadas por las subidas de precios, son los gobiernos los que durante décadas han aumentado los precios de los bienes y servicios limitando la oferta y elevando los costos.