Hace poco me encontraba en una sala haciendo una presentación ante un grupo de unos treinta asistentes. En un momento dado, uno de mis compañeros de presentación dijo: «En mi opinión, por eso esta zona del país ha perdido tantos puestos de trabajo». Me mordí la lengua, pero no pude evitar pensar: «A nadie le importa tu supuesta opinión económica». La economía se basa en la ciencia de la acción humana. Podemos, con certeza, deducir ciertas causas y efectos. Tu opinión sobre algo es como decir: «En mi opinión, Plutón no es un planeta». Es irrelevante.
La escuela austriaca de economía caracterizada por centrarse en las acciones individuales y la praxeología, tiende a considerar las opiniones subjetivas sobre la economía de forma bastante diferente a otras escuelas económicas. Desde la perspectiva austriaca, el énfasis se pone predominantemente en la elección individual, el valor subjetivo y el orden espontáneo, lo que plantea intrigantes consideraciones sobre la relevancia de las opiniones económicas individuales.
Praxeología: el núcleo de la economía austriaca
La economía austriaca, basada principalmente en el marco praxeológico de Ludwig von Mises afirma que la acción humana tiene una finalidad y está impulsada por preferencias y valores individuales. La praxeología estudia la acción humana y la toma de decisiones partiendo del supuesto de que los individuos actúan para alcanzar los fines que desean. Desde este punto de vista, la escuela austriaca presta poca atención a opiniones economicas que no se basan en la acción, ya que las acciones, y no las opiniones, son los verdaderos determinantes de los resultados económicos. Además, no decimos «la ciencia de la acción humana» porque sí. Queremos decir literalmente que es una ciencia. No nos limitamos a afirmar opiniones. Estamos utilizando un enfoque praxeológico para saber ciertas cosas. Esto no significa que seamos infalibles, pero es totalmente distinto a pensar simplemente: «Bueno, sospecho que la razón de x es y».
Teoría del valor subjetivo
La teoría del valor subjetivo, otro principio básico de la economía austriaca, postula que el valor de los bienes y servicios no es inherente, sino que es percibido subjetivamente por los individuos. Por lo tanto, las opiniones económicas sobre el valor, a menos que se traduzcan en acciones y elecciones individuales en el mercado, siguen siendo irrelevantes para la determinación real de los precios y la asignación de recursos en una economía de libre mercado. La preferencia demostrada manda en economía. No me importa cuánto me digas que valoras algo. Demuéstrame el valor y te creeré.
El orden espontáneo y el mecanismo de precios
Los austriacos creen en el orden espontáneo que surge de las transacciones voluntarias de los individuos en el mercado, con el mecanismo de precios como elemento esencial que transmite información sobre la oferta y la demanda. Las opiniones sobre lo que «deberían ser» los precios son intrascendentes si no reflejan la disposición real de los individuos a pagar, ya que es la interacción de las valoraciones y elecciones individuales lo que da forma a los precios de mercado. No me importa lo que pienses que es un salario digno. Todos tenemos nuestras propias opiniones al respecto, y ninguna de ellas importa para la economía o la realidad.
Crítica al intervencionismo económico
Dado su énfasis en la acción individual y el valor subjetivo, los economistas austriacos suelen ser escépticos respecto al intervencionismo económico y la planificación central. Creemos que las opiniones y preferencias económicas utilizadas por los planificadores para imponer decisiones económicas nunca pueden reproducir la naturaleza dinámica y polifacética de las elecciones individuales dentro del mercado. Son las decisiones libremente tomadas por millones de individuos, y no las opiniones o planes de unos pocos elegidos, las que forman la verdadera esencia de la actividad económica. Además, es lógicamente comprensible por qué sucedieron ciertas cosas. Podemos analizar estas cuestiones desde una perspectiva científica, no de opinión.
Conclusión
Desde la perspectiva de la economía austriaca, la relevancia de las opiniones económicas está intrínsecamente ligada a su manifestación en acciones individuales dentro del mercado. Los economistas austriacos subrayan la importancia del valor subjetivo, el orden espontáneo y la praxeología, y afirman que son las elecciones y las acciones individuales las que verdaderamente conforman las realidades económicas, por lo que las meras opiniones sin las correspondientes acciones o razonamientos deductivos carecen de consecuencias en el panorama económico.
Por tanto, aunque las opiniones económicas pueden generar debates y reflexiones estimulantes, la economía austriaca implica que lo que realmente importa en el desarrollo de los fenómenos económicos es la miríada de elecciones y acciones individuales que se producen de forma espontánea y voluntaria dentro del mercado. Este énfasis permanente en la acción por encima de la opinión es lo que distingue a la escuela austriaca y sigue conformando su enfoque distintivo para entender las complejidades económicas.
