RESUMEN: Tradicionalmente, los estudiosos han descrito el liberalismo popular británico como totalmente laissez-faire, minarquista y antiimperialista antes de finales del siglo XIX. A partir de ese momento, muchos estudiosos afirman que los liberales populares rompieron con sus políticas tradicionales por razones humanitarias y pragmáticas, financiando programas de beneficencia social, regulando la economía y apoyando el imperialismo. Este artículo discrepa y sostiene que el liberalismo popular británico nunca estuvo suficientemente comprometido con el liberalismo clásico. Dentro del movimiento surgió un impulso humanitario equivocado que permitía excepciones al laissez-faire en el interior y al intervencionismo en el exterior. Los liberales populares creían que, dado que estas excepciones eran poco frecuentes y se llevaban a cabo de buena fe, no socavaban el movimiento. Sin embargo, estas intervenciones iniciales defendidas por los liberales populares sentaron un precedente que se explotó siempre que parecieron convenientes nuevas intervenciones. Al final, esta tendencia estatista destruyó el movimiento.