Beneficencia corporativa

Paul Krugman parece pensar que aquellos a quienes les gusta la libertad y los mercados libres son, de alguna manera, responsables del desastre actual provocado por una deuda gubernamental paralizante y un enorme presupuesto federal.

El Estado debería poner su relación agradable con Musk en una larga, sino permanente, pausa.

Los "expertos" se quejan de los anuncios de las compañías de fórmula. Mientras tanto, el gobierno de los Estados Unidos gasta miles de millones en subsidios de fórmula a través de programas de asistencia social.

Los juegos se enfrentan a las amenazas de los políticos del miedo, pero también de los desarrolladores deseosos de sofocar la competencia en la industria.

Mirad lo que pasa si aceptáis el farol de Krugman y hacéis clic en el enlace.

Si el financiamiento del gobierno de un programa espacial se justifica porque tiene "beneficios", entonces no se puede argumentar contra el financiamiento gubernamental de nada.

¿Qué pasa si Chile subsidia su producción de vino? Eso es muy malo para los contribuyentes de Chile, pero es bueno para el resto del mundo.

El temor a una toma de control corporativa de nuestras vidas se basa en una combinación incorrecta de poder político y económico.

Sin gobierno, ¿quién dirigiría la "empresa" ferroviaria ineficiente, desmoronada y que funciona mal que es Amtrak?

Confiamos en afirmar que, fiel a su carácter, Mises defendería firmemente el libre comercio y la paz frente a todos sus oponentes de izquierda y derecha.