Descentralización y secesión

Los fundadores de Estados Unidos no imaginaron al gobierno federal como el socio principal dominante en casi todo. Lo que una vez se describió mejor como «Estados soberanos, unidos únicamente para fines conjuntos específicos» ha sido en gran parte eviscerado.

La polarización alcanzó un pico el 6 de enero, pero seguramente vendrán más picos. Tal vez este año, tal vez en el futuro. Pero van a suceder, y podrían ser mucho peores en el futuro.

Staten Island una vez votó 2 a 1 para dejar la ciudad de Nueva York. Los señores de Manhattan ignoraron la votación. Pero Staten Island estaría mejor como una ciudad separada, y lo mismo ocurre con Brooklyn y Queens.

Joe Biden dice: «Trabajaré tan duro para los que no votaron por mí como los que sí lo hicieron». ¿Alguien cree realmente eso?

[Extracto de una charla con el mismo nombre pronunciada en la Cumbre anual de partidarios del Instituto Mises, en Jekyll Island, Georgia, el 9 de octubre de 2020]. Me gustaría hablarles esta tarde de dos clases de americanos, y puede que no sean...

Hay motivos para el optimismo: hay un impulso descentralizador que se está abriendo camino en todo el mundo. Está llegando a América, y creo que es ahí donde tenemos que poner nuestras esperanzas y nuestros esfuerzos.

Parece que 2020 puede ser el año que finalmente pruebe que la fachada de la democracia no es suficiente para mantener un cuerpo político unificado.

¿Por qué someterse a todo el estrés de que el Partido Republicano retome la Casa en 2022 e incluso la Casa Blanca en 2024? Sólo sepárense ahora y ahórrense el problema.

«Los países amenazan con separarse cuando sus pueblos parecen estar desesperadamente divididos.... Estamos menos unidos hoy de lo que lo hemos estado en cualquier momento desde la Guerra Civil».

El punto de vista secesionista está siendo promovido cada vez más por escritores ajenos a los grupos conservadores y libertarios habituales que durante mucho tiempo han abogado por la descentralización y el control local.