La teoría del origen del dinero de Carl Menger
Lo único relevante es que el intercambio indirecto y el dinero existen porque las condiciones para su existencia estaban y están presentes.
Lo único relevante es que el intercambio indirecto y el dinero existen porque las condiciones para su existencia estaban y están presentes.
Si hemos de mantener el término «capitalismo», debemos distinguir entre «capitalismo de libre mercado» por un lado y «capitalismo de Estado» por otro. Los dos son distintos como el día y la noche.
«La ley para Rousseau es esencialmente un dispositivo mediante el cual los que tienen la posesión se protegen contra los "sin posesiones"».
Como resultado de su incomprensión de la teoría económica, el Papa no vio la conexión entre todas las depresiones que hemos experimentado en los tiempos modernos y la intervención de los gobiernos en el libre mercado —el mismo sistema que, si se dejara libre de acciones de justicia distributiva por parte de los gobiernos, garantizaría la consecución del bien común.
El Nosotros no puede actuar de otro modo que cada uno de ellos en su propio nombre.
Konkin dificulta la Konkin dificulta la eficacia libertaria creando problemas morales donde no existen: acusando como no libertarios o no de mercado a un montón de instituciones necesarias para el triunfo de la libertad: organización, jerarquía, trabajo asalariado, donaciones de fondos de millonarios libertarios y un partido político libertario.eficacia libertaria creando problemas morales donde no existen: acusando como no libertarios o no de mercado a un montón de instituciones necesarias para el triunfo de la libertad: organización, jerarquía, trabajo asalariado, donaciones de fondos de millonarios libertarios y un partido político libertario.
La negativa de Boulton y Watt a conceder licencias que permitieran a otros fabricantes de motores emplear el principio del condensador separado retrasó claramente el desarrollo y la introducción de mejoras.
No, los autores no son realmente austriacos, y ni siquiera estoy seguro de que se les pueda llamar libertarios, pero entienden el proceso competitivo de manera que haría que Hayek y Mises se sintieran orgullosos.
[Este ensayo se publicó originalmente en Reassessing the Presidency: The Rise of the Executive State and the Decline of Freedom, editado por John V. Denson, págs. 667–696].