Los riesgos de la «igualdad daltónica»
Aunque la «igualdad daltónica» suena mejor que el régimen DEI, el concepto es inviable y, de hecho, contribuye a empeorar los resultados raciales.
Aunque la «igualdad daltónica» suena mejor que el régimen DEI, el concepto es inviable y, de hecho, contribuye a empeorar los resultados raciales.
Aunque los políticos y los burócratas siempre afirman trabajar por el «interés público», las recompensas que obtienen por tomar malas decisiones económicas son más importantes para ellos que cualquier satisfacción que obtengan por supuestamente «servir al pueblo».
La draconiana ley del salario mínimo en la comida rápida de California ya es bastante mala, pero resulta que una compañía puede evitar los problemas si tiene vínculos con el gobernador.
Contrariamente a la opinión popular, el capital bancario no es una reserva para cubrir posibles pérdidas. De hecho, incluso el malogrado Silicon Valley Bank disponía de capital bancario suficiente antes de hundirse.
Despite court rulings, Biden is trying to do end runs around the law in an attempt to buy votes with his student loan cancellation schemes. His actions, not surprisingly, are illegal, but don’t expect any arrests.
Aunque la banca de reserva fraccionaria es el modelo más popular de banca, es fraudulenta en su esencia, algo que los austriacos han señalado durante muchos años.
Mientras los progresistas promocionan la ayuda exterior a los países pobres como beneficiosa social y económicamente, en realidad hace que las naciones pobres sean aún más pobres. La ayuda exterior es un pobre sustituto del libre comercio y el libre mercado.
El reciente asalto a una granja familiar amish es el resultado directo del proteccionismo gubernamental de los grandes agricultores mediante regulaciones innecesarias y engorrosas.
Los críticos de Boeing culpan al libre mercado y al sistema de pérdidas y ganancias de los recientes fallos de seguridad. Sin embargo, Boeing apenas opera ya en un libre mercado, dado que la mitad de sus ingresos proceden de los pagadores de impuestos.
«Que se joda el público» es una frase del magnate del ferrocarril William Henry Vanderbilt que se ha tergiversado fuera de contexto. Aunque las clases dirigentes americanas insisten en que la empresa privada es el enemigo del pueblo en realidad es nuestro gobierno el que lleva esa distinción.