Los perros policía han abolido el debido proceso constitucional
El Congreso y las cortes han destripado la Constitución para dar más poder a los perros policía. Las injusticias son masivas, pero a las autoridades no les importa.
El Congreso y las cortes han destripado la Constitución para dar más poder a los perros policía. Las injusticias son masivas, pero a las autoridades no les importa.
A medida que el gobierno amplía el alcance de la legislación sobre derechos civiles, una de las víctimas es la presunción de inocencia. La nueva regla parece ser «culpable hasta que se demuestre lo contrario».
Cortes de EEUU y Canadá están empezando a fallar a favor de los resultados basados en la raza, convirtiendo la «justicia» en una herramienta de identidad étnica. Este movimiento no acabará bien.
Mientras se teme que la IA se transforme en algo parecido a Terminator e intente destruir el mundo, la verdadera amenaza de la IA es que las autoridades la utilicen para producir propaganda y mentiras públicas.
El próximo mes, la Corte Suprema de EEUU escuchará los argumentos sobre si las autoridades reguladoras de Nueva York pueden apuntar a la NRA simplemente por los puntos de vista políticos de la organización.
Los grupos activistas proinmigración en Gran Bretaña, a pesar de estar fuertemente financiados con dinero del gobierno, están utilizando ese dinero para detener la inmigración ordenada y sustituirla por el caos.
Puede que estemos gobernados por élites incompetentes, pero ni siquiera ellas nos han quitado el libre albedrío y la capacidad de pensar por nosotros mismos. Podemos buscar inspiración en Mises y Rothbard.
Los progresistas creen que restringir la libertad individual permite obtener mejores resultados sociales. En realidad, es la libertad individual la que permite que las sociedades funcionen mejor.
En la América «progresista», las palabras tienden a significar lo contrario de lo que se supone que deben significar, y «justicia social» significa esencialmente «no justicia».
Davos ha dejado claro que las élites occidentales no dirigen con naturalidad, sino que quieren imponer un modo de vida que los demás no deseamos.