El totalitarismo comienza con la negación de la economía
El totalitarismo no es compatible con un sistema económico funcional basado en el libre intercambio y la propiedad privada. Tales regímenes dependen del historicismo y del relativismo lógico.
El totalitarismo no es compatible con un sistema económico funcional basado en el libre intercambio y la propiedad privada. Tales regímenes dependen del historicismo y del relativismo lógico.
La reunión original de la Sociedad Mont Pelerin en 1947 contó con Ludwig von Mises, cuyas advertencias sobre los peligros del socialismo y el totalitarismo habían sido desoídas. En los escombros de la Segunda Guerra Mundial, la verdad de su mensaje debería haber sido obvia. Pero no lo fue.
John Maynard Keynes is the best-known economist from the 20th Century, that not being a good thing. At least he was more famous for his success in promoting his views than for his lack of success as an investor. His failures were an extension of his lack of economic understanding.
Los llamados moderados económicos afirman apoyar el capitalismo de libre mercado, pero luego dicen que los mercados siguen necesitando «cierta» supervisión gubernamental. Sin embargo, los mercados libres no necesitan normas gubernamentales porque los mercados se regulan a sí mismos.
John Maynard Keynes es el economista más conocido del siglo XX, lo cual no es bueno. Al menos fue más famoso por su éxito en la promoción de sus puntos de vista que por su falta de éxito como inversor. Sus fracasos fueron una extensión de su falta de comprensión económica.
A lo largo de los años de Trump, muchos de los peores halcones de la guerra han abandonado el GOP. Sin embargo, otros están tratando de renombrar el mismo viejo intervencionismo neoconservador como parte de una nueva agenda de «América Primero». No caigas en la trampa.
Los detractores de la economía austriaca suelen afirmar que los acontecimientos económicos reales son demasiado complejos para abordarlos a través del libre mercado.
A muchos economistas de la «corriente dominante» les molesta la popularidad de propuestas políticas económicamente erróneas como los aranceles y el control de precios. Es culpa suya.
Los enemigos anti-mercado atacan al consumidor.
Lo que Murray Rothbard solía llamar la «Vieja Derecha» defendía la libertad, la libertad de expresión y una economía libre. Y lo que es más importante, defendían la paz, todo ello en contraste con los «liberales» de su época y de la nuestra.