En el artículo “Rapid money supply growth does not cause inflation”, escrito por Richard Vague en el Institute for New Economic Thinking del 2 de diciembre de 2016, el autor argumenta que la evidencia empírica demuestra que los aumentos en la oferta monetaria no tienen nada que ver con la inflación. Según Vague:
La teoría monetarista, que pasó a dominar el pensamiento económico en la década de 1980 y las décadas subsiguientes, sostiene que un crecimiento rápido de la oferta monetaria es la causa de la inflación. Sin embargo, la teoría no funciona al ponerse a prueba las evidencias disponibles. En nuestra revisión de 47 países, en general de 1960 en adelante, descubrimos que, más a menudo que no, una alta inflación no sigue a un crecimiento rápido de la oferta monetaria y, contrariamente a esto, se ha producido frecuentemente alta inflación cuando no se ha visto precedida por un crecimiento rápido de la oferta monetaria.
Pero Vague define a la inflación como tres o cinco años consecutivos de aumentos en el índice de precios del consumo (IPC) del 5% o más. Basándose en esto, ha concluido que un aumento en la oferta monetaria no causa inflación.
El principal problema de esto es que la inflación no son cambios en los precios sino cambios en la oferta monetaria. El hecho de que Vague no pueda encontrar una fuerte correlación entre aumentos de la oferta monetaria M2 y cambios en el IPC no demuestra gran cosa.
Para empezar, el precio de un bien es la cantidad de dólares pagados por el bien. Si la tasa de crecimiento del dinero fuera del 5% y la tasa de crecimiento de los bienes fuera también del 5%, no habría ningún aumento los precios de los bienes. Si pretendiéramos que la inflación fuera el aumento en el IPC se concluiría que, a pesar de un aumento en la oferta monetaria del 5%, la inflación es del 0%.
Sin embargo, si siguiéramos la definición de que la inflación se refiere a aumentos en la oferta monetaria concluiríamos que la inflación es del 5%.
¿Cómo vamos a decir entonces acerca de la definición correcta de inflación? ¿Son aumentos en la oferta monetaria o aumentos en precios?
La esencia de la inflación
El propósito una definición es presentar la esencia, la característica distintiva del asunto que estamos tratando de identificar. Una definición nos tiene que decir qué es lo esencial de una entidad concreta. Para definir algo tenemos que ir al origen de cómo ha aparecido.
Históricamente, la inflación se originada cuando gobernante de un país, como el rey, obligaba a sus ciudadanos a darle todas sus monedas de oro bajo pretexto o de que una nueva moneda de oro y va a reemplazar a la vieja. En el proceso el rey falsificar y a el contenido de las monedas de oro mezclando las con algún otro metal y devolviendo monedas de oro diluido a los ciudadanos. Sobre esto, Rothbard escribía:
Lo más habitual es que se fundieron y reacuñaran todas las monedas del reino, devolviendo a los súbditos la misma cantidad de “libras” o “marcos”, pero de un peso más ligero. Las onzas de oro o plata restantes se las embolsaba el rey y las usaba para pagar sus gastos.
Gracias a la dilución de las monedas de oro, el gobernante podía ahora acuñar una mayor cantidad de monedas y embolsarse para su propio uso las monedas extra acuñadas. Lo que ahora se hacía pasar por una moneda de oro puro era en realidad una moneda de oro diluido.
El aumento en el número de monedas producido por la dilución de las monedas de oro es lo que se llama inflación.
Advirtamos que lo que tenemos aquí es una inflación de monedas, es decir, una expansión de monedas. Como consecuencia de la inflación, el gobernante puede realizar un intercambio de nada por algo (puede realizar un acto de desvío de recursos de los ciudadanos a sí mismo).
Bajo el patrón oro, la técnica de abusar del medio de intercambio se hizo mucho más sofisticada a través de la emisión de papel moneda sin respaldo en oro. Por tanto, la inflación significaba un aumento en los recibos de oro debido a esos otros recibos que no están respaldados por el metal, sino que se enmascaraban como verdaderos representantes del dinero real, el oro.
El poseedor de recibos no respaldados puede ahora realizar intercambio de nada por algo. Lo que tenemos es una situación en la que los emisores de los recibos no respaldados en papel desvían bienes reales hacia sí mismos sin hacer ninguna contribución a la producción de bienes.
En el mundo moderno, el dinero ya no es oro, sino papel moneda, así que la inflación en este caso es un aumento en las existencias de papel moneda.
Observemos que no decimos como dicen los monetaristas que el aumento en la oferta monetaria cause inflación. Lo que estamos diciendo es que la inflación es el aumento de la oferta monetaria.
Si aceptáramos que la inflación son los aumentos en la oferta monetaria, llegaríamos a la conclusión de que la inflación genera el desvío de riqueza real de los generadores de riqueza hacia los tenedores del dinero recién imprimido. También llegaríamos a la conclusión de que la inyección monetaria, es decir, la inflación es la mala noticia para el proceso de generación de riqueza. No hace falta ningún estudio empírico para confirmar o refutar esto.
Como hemos demostrado en el ejemplo del principio, los aumentos en la oferta monetaria no tienen que generar aumentos generales en precios. Los precios están determinados tanto por factores reales como monetarios. Consecuentemente, puede ocurrir que si los factores reales están tirando de las cosas en una dirección opuesta a los factores monetarios, no pueda tener lugar ningún cambio visible en los precios: mientras el crecimiento monetario está disparado, los precios pueden mostrar bajos incrementos.