Argentina y Brasil quieren establecer una moneda común
Dos naciones famosas por su hiperinflación pretenden ahora crear una moneda común. A menos que esa moneda sea el oro, se trata de una mala idea.
Dos naciones famosas por su hiperinflación pretenden ahora crear una moneda común. A menos que esa moneda sea el oro, se trata de una mala idea.
El mall de compras vacío: una historia de cómo las acciones gubernamentales crearon una enorme malinversión en el oeste de Pensilvania.
Los líderes del Foro Económico Mundial tienen planeado un futuro maravilloso para todos nosotros. Sólo que no piensan compartir nuestra miseria.
Lo que a menudo pasa por caridad hoy en día es poco más que multimillonarios progresistas que intentan imponer el Gran Reajuste a súbditos que no están dispuestos a ello.
¿Contribuye el sistema regulador a garantizar medicamentos seguros y eficaces? ¿Protege el sistema a los consumidores de medicamentos? Los casos judiciales nos dicen lo
contrario.
La Comisión Federal de Comercio solicita una sentencia antimonopolio contra Microsoft por su movimiento para adquirir Activision. Como todas las demás acciones antimonopolio, ésta carece de fundamento económico.
El comercio relativamente libre y la movilización de capitales han elevado enormemente el nivel de vida en los últimos años. Sin embargo, los que se autodenominan globalistas están menos interesados en el comercio que en el poder político unipolar, impulsando planes violentos y desastrosos.
Hace cuarenta años, los políticos americanos afirmaban que el éxito económico japonés se debía a la planificación económica gubernamental. Por desgracia, el mito de la política industrial parece no morir nunca, por mucho que se desacredite.
Dos días antes de la Navidad de 1913, la infame «criatura de Jekyll Island», el Sistema de la Reserva Federal, nació en nuestro cuerpo político. Desde entonces ha estado devorando la economía.
Al hablar de acciones gubernamentales, me viene a la mente la supuesta definición de locura de Einstein. Pero nadie hace exactamente lo mismo dos veces, según Heráclito. Al final, sin embargo, la acción gubernamental está condenada al fracaso.