No hay lugar como Noam
La última obra de Noam Chomsky —una serie de entrevistas— presenta lo mejor (y lo peor) de uno de los intelectuales públicos más importantes de América.
La última obra de Noam Chomsky —una serie de entrevistas— presenta lo mejor (y lo peor) de uno de los intelectuales públicos más importantes de América.
El presidente Biden afirmó recientemente que la «economía del goteo» no funciona, pero transferir riqueza de los contribuyentes a personas con conexiones políticas es la verdadera economía de goteo.
Los ambientalistas radicales han convencido a la gente de que estamos condenados si seguimos utilizando combustibles fósiles. Estamos condenados si dejamos de utilizarlos.
Las corporaciones americanas están prodigando miles de millones de dólares a grupos de izquierda en nombre de la «equidad». Pero muchas de ellas también hacen donaciones a personas y causas aún más cuestionables.
La crisis económica que se avecina es un síntoma de nuestra crisis moral y filosófica.
En sus intentos por rehacer la economía, las élites progresistas están impulsando ASG. Lo que olvidan es que la economía funciona con cosas reales, no con ideología.
La novísima ley agraria del Congreso se lleva por delante los bolsillos de consumidores y contribuyentes. Así ha sido durante un siglo, y no hay perspectivas de cambio, al menos por ahora.
Los políticos prometen milagros económicos, pero al final despilfarran recursos y se dedican a la destrucción económica. Terranova es un caso de estudio.
La colusión era una forma de vida en las empresas fundadas por el Estado. Poco ha cambiado, ya que las firmas con conexiones políticas siguen obteniendo beneficios de su connivencia con el Estado.
Si hemos aprendido algo de cientos de años de opresión y atrocidades gubernamentales, una cosa es cierta: el gobierno no es nuestro amigo.