El difícil panorama político de Argentina y las posibilidades libertarias de cambio
La una vez rica Argentina ha sufrido un régimen intervencionista tras otro durante casi un siglo. ¿Cuáles son las posibilidades de cambiar las cosas para mejor?
La una vez rica Argentina ha sufrido un régimen intervencionista tras otro durante casi un siglo. ¿Cuáles son las posibilidades de cambiar las cosas para mejor?
El New York Times afirma que el «Estado administrativo» —es decir, el gobierno de burócratas no elegidos— protege nuestro país y mejora la democracia.
Desde los 1940, los fracasados planes estatistas han arrastrado a Argentina a la pobreza. Javier Milei, que está ganando popularidad allí, espera cambiar la triste historia de su nación.
Aunque se culpa a los medios sociales de muchos males sociales, la enfermedad no viene de Twitter o Facebook, sino de cómo las clases dirigentes han politizado la vida misma.
El gobierno de Mauricio sigue negando la independencia a los chagosianos, continuando con la política colonial.
El libertarismo económico, con su único enfoque en los presupuestos gubernamentales y los impuestos, es una estrategia política muy limitante. Los libertarios deberían proceder como enemigos del Estado.
Dado que el Estado es incorregible e incapaz de ser reformado, tal vez la mejor manera de hacer frente a las depredaciones del gobierno sea boicotear las elecciones.
La ley anticensura de Florida se está promoviendo como una defensa de la libertad de expresión. En realidad, le da la vuelta a la Primera Enmienda.
Vladimir Putin (al igual que el presidente George W. Bush) ha llevado a su país a una guerra destructiva, y sin embargo los dirigentes políticos rusos gozan de un amplio apoyo público.
El Gran Reinicio suele presentarse como el restablecimiento de los principios sociales democráticos. En realidad, es un intento de acabar con los últimos vestigios del liberalismo clásico.