El Estado no es Santa Claus, ¡es el Grinch!
Al igual que Santa Claus, que hace regalos gratis a nuestros hijos, la gente piensa que el Estado presta servicios «gratis». Sin embargo, el Estado no puede proporcionar nada sin confiscar primero la riqueza de otros —como el Grinch, que primero robó todos los regalos en Villaquién.